7/4/09

Síndrome de la mano ajena

En teoría, todos los humanos deberíamos tener control del movimiento de nuestro cuerpo y cuando no es así se asume que la persona sufre de algún tipo de parálisis que le impide realizar movimientos. En resumen: hay movimientos controlados o no hay movimientos… sin embargo existe un extraño síndrome llamado “síndrome de la mano ajena” , en este caso la mano tiene una completa capacidad de movimientos, pero éstos no son controlados por el “dueño” de la mano.
Este síndrome se produce cuando hay lesiones en un área específica del cerebro. En estos casos, la mano afectada realiza acciones sin el consentimiento de su dueño. Por ejemplo: desabotona los botones de la camisa que la otra mano acaba de abotonar, entra y sale descontroladamente del bolsillo del pantalón, e incluso puede llegar a golpear la cara.

Este trastorno fue descubierto en 1908 en un paciente de infarto cerebral… imagino que si alguien sufría de este trastorno en la edad media era torturado por tener una posesión en dicha mano… o tal vez solo se le amputaba la demoníaca extremidad, pero es poco probable que en aquella época alguien sobreviviera de una lesión cerebral, tal vez por eso es que se habla de ella a partir del siglo XX.

Actualmente, la mayoría de los pacientes que sufren esto, expresan que sienten como si alguien mas controlara esa mano. Desde 1908 a 1994 solo se habían registrado 39 casos… realmente es muy poco frecuente.

Investigué varias fuentes para entender qué rayos es lo que hace que la mano se mueva. Los textos médicos están llenos de tecnicismos y son muy aburridos de leer, así que lo poco que les puedo decir (en castellano) es que el problema se origina por una especie de “corto circuito” en el cerebro lesionado que produce estímulos no conscientes y estos estímulos son los que hacen que la mano ejecute ciertas acciones no deseadas.
En conclusión, la “mano ajena” no es controlada por nadie mas , tampoco está poseída por un demonio; es controlada por el propio cerebro pero de una forma no consciente.

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