Leyendas de Internet VI: Los gatos bonsai

En el año 2001 se propagó como la pólvora un mensaje en cadena en pro de los derechos de los animales. Se mencionaba una página de Internet que promocionaba un producto llamado “Bonsái Kitten” o “Gatos Bonsái”, y allí se explicaba cómo se fabricaban estos productos.

Primero se disponía de un gato recién nacido y se introducía en un recipiente de vidrio, no sin antes colocarle una sonda para alimentarlos y otra para que expulsara sus excreciones. El frasco se tapaba con una “tapa especial” que tenía agujeritos para permitir que el animal respire. Se le añadía al alimento “unos químicos” (nunca se especificaba cuales) para ablandar los huesos, de esta manera el gato crecía dentro del frasco de vidrio tomando la forma del recipiente. Luego, el gato moría y gracias a unos químicos que se le habían administrado a través de la sonda de alimentación, el gato quedaba momificado. Entonces, el gato bonsái estaría listo para la venta. Sería una especie de mascota-adorno.
El inventor de los gatos bonsái era un tal Dr. Michael Wong Chang; la página ya no existe, pero tenía todas las características de una página “seria” incluyendo la posibilidad de enviarle mensajes al Dr. Wong Chang.

El escándalo comenzó cuando los activistas por los derechos de los animales descubrieron esa página, pensaron que era en serio y le enviaron un agresivo mensaje al Dr. Chang. Al no obtener respuesta, crearon un correo en cadena para sabotear la fatídica venta de estos animales torturados.

En realidad la página fue creada por un par de estudiantes del MIT (Massachussets Institute of Technology) como una broma, tenía cierta popularidad entre los estudiantes y la comunidad de hackers. Pero gracias a la intervención de los activistas amantes de los animales, la broma se extendió por todo el mundo y muchísima gente pensó que en realidad existían dichos gatos embotellados.

El caso es que intervino hasta el FBI. Se descubrió que era una broma y que no existen los gatos bonsái. Las fotos colocadas en la página en la que se observan gatos metidos en recipientes de vidrio no requerían maltratar un gato, ya que sabemos que esos animales tienen una enorme agilidad y flexibilidad. Los autores de la página fotografiaron varios gatos cuando entraban momentáneamente en frascos de vidrio e hicieron “poses” para simular que introducían a los animales en los frascos.

Sin embargo, la organización HSUS (Humane Society of the United Status) y otras organizaciones protectoras de animales, establecieron demandas para exigir que la página se eliminara, ya que consideraban que muchas personas con pocos escrúpulos podían intentar hacer gatos bonsái verdaderos. Aunque parece una exageración, estas asociaciones no estaban tan equivocadas, ya que aparentemente, el famoso Dr. Chang (es decir, el par de estudiantes bromistas), recibió correos de personas interesadas en hacer un pedido y preguntando si había una forma de hacer gatos bonsái caseros.

Sorprendentemente, todavía hay mucha gente que cree que esta historia es verdad, no me extrañaría en lo absoluto que alguien me deje un comentario negativo por promocionar gatos bonsái; he notado ese comportamiento de algunos “lectores” mientras leía distintas fuentes sobre el tema… no se si deba llamarlos lectores, ya que es obvio que solo leen entre líneas y se limitan a ver las imágenes para luego dejar un comentario visceral.

No entiendo cómo la gente puede ser tan crédula. Recuerdo la primera vez que leí algo sobre el tema, fue gracias a uno de estos correos basura. Al ver las imágenes, lo primero que me llamó la atención es que no entendía como un gato lograba sobrevivir en esas condiciones; a medida que seguía leyendo, comprendí un poco lo de las sondas para alimentación y excreción, sin embargo noté que no se observa en ninguna foto alguna sonda entrando por la boca del gato o saliendo de su trasero. A parte de esto, la alimentación no es lo único que garantiza la supervivencia de un animal, puedo asegurar que ningún gato sobrevive encerrado en un frasco de vidrio ya que la absoluta inmovilidad le produciría un estrés tal que terminaría en paro cardíaco o shock.