Domingo

Todos los Domingos me pasa lo mismo: la semana termina y empieza una nueva. Al día siguiente hay que despertar temprano y seguir con la rutina. Siento que debo aprovechar al máximo las últimas horas del día, sin embargo se que debo acostarme temprano... es algo un poco contradictorio, y tal vez de esa contradicción se deriva el sentimiento de nostalgia de los días Domingo.

Nostalgia por lo que se pudo hacer y no se hizo, nostalgia por lo que se disfrutó... un sentimiento abstracto de vacío y de lleno a la vez. Vacío porque me gustaría tener mas días en la semana; siempre he pensado que las semanas deberían tener ocho días, y los fines de semana tres. Un sentimiento de lleno, si, de lleno. La mente esta llena de cosas por hacer al día siguiente, ideas de como comenzar mejor la semana, diligencias pendientes, y por su puesto, nunca falta la propuesta de llegar temprano todos los días... cosa que nunca he podido hacer pues siempre he tenido un conflicto especial con los despertadores.

Hoy es domingo, son apenas las 07:50 de la noche... siento lo que he sentido los domingos de toda mi vida. Sin embargo, mañana no tengo que ir a trabajar porque tengo unos días libres. No debería sentir que acabó la semana, debería sentirme feliz porque comienza una semana libre. No debería sentir ningún vacío, ya que lo que no hice este fin de semana lo puedo hacer durante la semana y con mayor comodidad... no debería estar mirando la hora a cada momento, pues no importa cuando me duerma ya que mañana no tengo que despertar temprano.

Debería sentir este día como un día mas... aparentemente no tiene nada de especial y mañana será igual que hoy.

Pero no hay forma de evitarlo. Siento nostalgia y vacío porque aunque mañana no tenga que trabajar, hoy es DOMINGO.