Realmente no acostumbro a escribir sobre cosas que me suceden, sin embargo el tema que trataré a continuación es bastante general y da que pensar.
En mi trabajo hay una persona sumamente problemática. Nunca llega temprano, pide reposo casi todas las semanas y se queja constantemente, esto hace que los jefes se predispongan en su contra. Sin embargo esta persona no es idiota, y trata de ganarse a los jefes hablando mal de sus compañeros (me incluyo). Lo hace tan bien que muchos hemos tenido problemas por eso, nadie es perfecto, y esta persona se esmera en recordarle eso a los jefes: que si fulano sale a fumar que si éste come en el escritorio, que si el otro olvidó hacer una llamada telefónica, que si la secretaria se estaban pintando las uñas… en fin, es el chismoso de la oficina.
Sin embargo, este ser tiene una peculiaridad: anda en silla de ruedas. Todos nosotros sentimos rechazo hacia él por chismoso, por fastidioso. Nunca se nos ocurre invitarlo a comer y mucho menos disfrutar una taza de café en su compañía… nadie quiere almorzar con el chismoso de la oficina. Sin embargo este individuo se ha dedicado últimamente a decir que todos sus compañeros lo rechazan porque tiene una discapacidad… ¡vaya!, ¡que facilidad para dejar de asumir sus errores!. Si yo evito a este individuo es por hipócrita, si algún compañero lo ve con mala cara es por chismoso… no porque ande en silla de ruedas. Es mas, la mayoría de las veces se me olvida la forma de desplazarse de este individuo ya que lo observo sentado frente a mí con su mirada crítica; no veo la silla de ruedas, ésta se encuentra debajo del culo.
Entonces me he puesto a pensar que algunas veces las personas con discapacidad son consideradas “espiritualmente superiores”, se asume que tienen una anormal fortaleza interna, que son seres extraordinarios… en realidad son personas como tu y como yo, igual de humanos. El problema es que algunos (como mi compañero), se escudan en su discapacidad para no enfrentarse a su lado oscuro.
Antes de continuar, debo aclarar que nadie es igual a nadie, no sea que alguien lea esto y piense que yo creo que todas las personas con discapacidad son detestables. En lo absoluto. Ese individuo es detestable por su idiotez, no por su discapacidad., así como yo puedo llegar a ser detestable sin tener una discapacidad.
Pienso que así como mi compañero, existen algunas personas que tienen un problema: dificultad para caminar, poca audición, ceguera, algún miembro amputado o simplemente una miopía severa. Entonces, cuando la mayoría en su entorno los rechaza dicen: “me están discriminando por mi discapacidad” en lugar de analizarse ellos mismos y ver que es lo que anda mal.
Caramba, casi todos nosotros hemos pasado por eso: nos han rechazado y hemos tenido que analizarnos nosotros mismos llegando a conclusiones desagradables: “soy un inmaduro, me equivoqué, traté mal a mis compañeros, soy una malcriada, soy muy introvertido, molesté a determinada persona” y un largo etcétera. Yo no tengo excusas para no admitir mis errores ya que hasta ahora no tengo ninguna discapacidad; sé que es mas doloroso decir: “me botaron del trabajo por irresponsable” a decir. “me botaron del trabajo por los prejuicios sobre mi discapacidad”; es más fácil decir. “nadie quiere almorzar con migo porque tengo una discapacidad” a decir. “nadie quiere almorzar con migo porque saben que hablo mal de ellos a sus espaldas”.
Afortunadamente, como dije, nadie es igual a nadie. Se que hay gente que anda en silla de ruedas pero que vive su vida como todo el mundo, porque han entendido que la silla de ruedas no va en la cabeza, va debajo del culo. Les dedico este artículo a todas esas personas.
En mi trabajo hay una persona sumamente problemática. Nunca llega temprano, pide reposo casi todas las semanas y se queja constantemente, esto hace que los jefes se predispongan en su contra. Sin embargo esta persona no es idiota, y trata de ganarse a los jefes hablando mal de sus compañeros (me incluyo). Lo hace tan bien que muchos hemos tenido problemas por eso, nadie es perfecto, y esta persona se esmera en recordarle eso a los jefes: que si fulano sale a fumar que si éste come en el escritorio, que si el otro olvidó hacer una llamada telefónica, que si la secretaria se estaban pintando las uñas… en fin, es el chismoso de la oficina.
Sin embargo, este ser tiene una peculiaridad: anda en silla de ruedas. Todos nosotros sentimos rechazo hacia él por chismoso, por fastidioso. Nunca se nos ocurre invitarlo a comer y mucho menos disfrutar una taza de café en su compañía… nadie quiere almorzar con el chismoso de la oficina. Sin embargo este individuo se ha dedicado últimamente a decir que todos sus compañeros lo rechazan porque tiene una discapacidad… ¡vaya!, ¡que facilidad para dejar de asumir sus errores!. Si yo evito a este individuo es por hipócrita, si algún compañero lo ve con mala cara es por chismoso… no porque ande en silla de ruedas. Es mas, la mayoría de las veces se me olvida la forma de desplazarse de este individuo ya que lo observo sentado frente a mí con su mirada crítica; no veo la silla de ruedas, ésta se encuentra debajo del culo.
Entonces me he puesto a pensar que algunas veces las personas con discapacidad son consideradas “espiritualmente superiores”, se asume que tienen una anormal fortaleza interna, que son seres extraordinarios… en realidad son personas como tu y como yo, igual de humanos. El problema es que algunos (como mi compañero), se escudan en su discapacidad para no enfrentarse a su lado oscuro.
Antes de continuar, debo aclarar que nadie es igual a nadie, no sea que alguien lea esto y piense que yo creo que todas las personas con discapacidad son detestables. En lo absoluto. Ese individuo es detestable por su idiotez, no por su discapacidad., así como yo puedo llegar a ser detestable sin tener una discapacidad.
Pienso que así como mi compañero, existen algunas personas que tienen un problema: dificultad para caminar, poca audición, ceguera, algún miembro amputado o simplemente una miopía severa. Entonces, cuando la mayoría en su entorno los rechaza dicen: “me están discriminando por mi discapacidad” en lugar de analizarse ellos mismos y ver que es lo que anda mal.
Caramba, casi todos nosotros hemos pasado por eso: nos han rechazado y hemos tenido que analizarnos nosotros mismos llegando a conclusiones desagradables: “soy un inmaduro, me equivoqué, traté mal a mis compañeros, soy una malcriada, soy muy introvertido, molesté a determinada persona” y un largo etcétera. Yo no tengo excusas para no admitir mis errores ya que hasta ahora no tengo ninguna discapacidad; sé que es mas doloroso decir: “me botaron del trabajo por irresponsable” a decir. “me botaron del trabajo por los prejuicios sobre mi discapacidad”; es más fácil decir. “nadie quiere almorzar con migo porque tengo una discapacidad” a decir. “nadie quiere almorzar con migo porque saben que hablo mal de ellos a sus espaldas”.
Afortunadamente, como dije, nadie es igual a nadie. Se que hay gente que anda en silla de ruedas pero que vive su vida como todo el mundo, porque han entendido que la silla de ruedas no va en la cabeza, va debajo del culo. Les dedico este artículo a todas esas personas.
7 comentarios:
Si, todos los discapacitados de Nacimiento tienen amargura, unos mas que otros claro.
Algunos parecen buenas personas, pero cuando se enojan les sale el demonio que traen adentro, esto es porque viven con una inconformidad extrema, acomplejados durante toda su vida y cuando tienen oportunidad se ensañan con quien se deje.
Me gusta tu blog ;)
Bueno, aunque la verdad es que, como dije, he conocido a personas con alguna discapacidad que son completamente normales en cuanto a su forma de ser, no creo que la discapacidad sea una causa para la estupidez, es solo una escusa.
Bueno, solo quiero decir que me tope con este articulo, y cada dia me me sercioro mas, de que soy muy diferente a todos, no me creo "superior espiritualmente", algunas veces hasta creo que este mundo no se hizo para mi, hasta pienso en lo peor, y lo unico que pienso en todo el dia, es en acabar con esta "vida", y aclaro no soy amargado ni acomplejado, solo pongan el culo en una silla de ruedas, y veran que no es facil, no me auto nombro guererro, solo que no es tan simple vivir asi. Saludos
Hola soy Max, Lindo tu blog y creo que en gran parte tenes razon,pero tambien habria que ponerse del otro lado. conoci a muchas personas discapacitadas y algunos eran como vos decis y otros exelentes personas.
Obvio que tiene una fortaleza espiritual enorme, literalmente y no literalmente, llevan un peso enorme. Que falta de tino.
Una persona comentó que todos los discapacitados tienen alguna amargura... no creo que eso sea verdad.
Muchas personas que conozco son amargadas y NO son discapacitadas.
Además piensen que esas personas pudieron tener malas experiencias por eso. Me acuerdo que en mi colegio había una niña discapacitada, y escuchaba que comentaban algunos que era un fastidio tener que lidiar con ella.
Saludos, Coniita.
HOLA ME LLAMO LUCIA
CUANDO YO ESTUDIABA NADIE QUERIA SER AMIGA MIA Y LOS CHICOS NI SE ME ACERCABAN CUANDO ME VIAN MIRABAN PARA OTRO LADO Y NUNCA ME INTENTABAN LIGAR NI NADA Y LAS NIÑAS IGUAL TODOS ME MIRABAN MAL Y TENIAN IDEAS EQUIVOCADAS DE MI QUE NO ERAN CIERTAS NI SI QUIERA SE PARABAN A CONOCERME O MANTENER UNA CONVERSACION COMIGO CUANDO PASABA AL LADO DE ALGUIEN SE QUEDABAN TODOS MIRANDOME Y RIENDOSE NI SI QUIERA NADIE QUERIA SE AMIGA O AMIGO MIO ESTUVE SIEMPRE SOLA SIN AMIGOS Y CUANDO ACABE EL COLE LOS QUE CONSIDEDABA QUE ME LLEBABA AL MENOS BIEN CUANDO ME BEN OR LA CALLE MIRAN A OTRO LADO
ME MOLESTA UN MONTON QUE LAS PERSONAS NO SE MOLESTEN EN CONOCERME NI SE BASEN EN SUS IDEAS DE COMO SOY SIN CONOCERME DE NADA ESOO ES REALMENTE MUY MOLESTO
PERO YO VOY AL CINE SALGO TODOS LOS DIAS A PASEAR SOLA COMO NO MEJOR SOLA QUE MAL ACOMPAÑADA HAY CADA IDIOTA POR LA CALLE XD
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