La pesadilla has tagged you :)

Hace aproximadamente un año, abrí mi correo y observé un mensaje de una persona que es muy importante para mi. Él asunto decía: "fulano has tagged you :)". Esto llamó poderosamente mi atención ya que tenía mucho tiempo sin contacto con esa persona y como dije, es muy especial. Abrí el correo y observé una ventana con la foto de esa persona y dos opciones: si o no. Al hacer clic en "si" me envió a un vínculo, noté que era uno de esos sitios para conocer amigos o parejas. Yo ya había tenido experiencias en ese tipo de cosas, y no me gusta perder el tiempo. Pero decidí inscribirme ya que la invitación me la había enviado alguien especial con quien tenía tiempo sin comunicarme. Debo aclarar antes que nada, que esa persona no es en ningún momento una ex pareja ni nada por el estilo, solo es una vieja amistad. Por su puesto, fue necesario crear una nueva cuenta de hotmail, ya que debido a mi experiencia, he llegado a la conclusión que en esos sitios no es recomendable usar la cuenta personal.

Al día siguiente abrí el nuevo correo, cual no sería mi sorpresa cuando encuentro 27 correos de tagged (juro por Dios que es verdad). Al revisarlos, cada uno de ellos era una invitación para hacer amistad, un mensaje de alguien o un comentario sobre mi página; muchos de ellos estaban en otros idiomas. No es necesario aclarar que la persona que me envió la invitación en ningún momento me envió ningún mensaje, ya que nunca usé mi verdadero nombre.

En aquella época contaba con muchos ratos de ocio, asi que mataba el tiempo en el tagged. Ahí uno puede buscar personas, en una ventana donde aparecen fotos y nombres, se les envía una invitación para ser amigos o un mensaje. Como yo estaba usando una cuenta hotmail fantasma, les daba a mis "amigos" la dirección para chatear un rato.

Tenía una cuenta de hotmail en la que aparecía un nombre falso, no había ni una sola foto mía en el messenger y sin embargo tenía mas contactos que en mi cuenta real. Eran personas de todas partes. Las conversaciones comenzaban casi siempre con:

-"Hola".

- "Hola, ¿de dónde eres?".

- "De tal parte, ¿y tu?.

- "De tal parte".

- "Que bueno, estamos cerca".

- "Si, ¿tu que haces?, ¿a que te dedicas?".

Y así transcurrían las conversaciones. A veces todo quedaba ahí, otras veces conversaba con mas frecuencia con uno que con otro contacto. Nunca faltaban las patologías: mas de un contacto me mostró sus genitales por la cámara web y otros se enfurecían por que yo no mostraba mis fotos y terminaban quitándole la admisión.

Hubo una anécdota especialmente patética con uno de los contactos. Esa persona comenzó a halagarme de una forma exagerada. No sabía quien era yo, no conocía mi nombre y nunca me había visto. Pero me adjudicaba los calificativos mas valiosos que se le ocurrían. En un momento, recuerdo que le pregunté a que se debía todo aquello, y le recordé que no me conocía, que ni si quiera sabía mi nombre. En consecuencia, se desató un extraño ataque de ira por parte de esa persona. Comenzó a escribir una lista de insultos poco originales y luego se desconectó para siempre, quitándome su admisión.

A las pocas semanas, yo ya ni si quiera me conectaba a ese messenger falso, iniciaba sesión en mi messenger de siempre, para chatear con las pocas personas que conozco realmente.

Hace poco, luego de meses sin visitar el fatídico tagged ni conectarme en la cuenta hotmail fantasma, decidí hacerle un favor a la red: eliminar aquella cuenta inútil para que otra persona pueda usarla y borrar para siempre mi página del tagged.

No tuve problemas para acceder al tagged, ya que el nombre que puse era el nombre que mis padres me iban a poner y lo cambiaron a último momento (fácil de recordar). Y la contraseña era imposible de olvidar, no elegí una fecha de cumpleaños ni nada parecido. Elegí algo que nadie del tagged conocería jamás: mi verdadero nombre.