Las creencias de la gente XIV: La astrología.

En la antigüedad, la gente no tenía absolutamente nada que hacer desde que se ponía el sol hasta el momento de dormir; en aquella época en que no existía la luz eléctrica la gente solía reunirse en torno a fogatas y/o contemplar las estrellas.
Existe un fenómeno perceptivo llamado “pareidolia” que permite formar figuras complejas a partir de formas completamente abstractas. Gracias a esto (y a la enorme ociosidad), los antiguos formalizaron las constelaciones según las figuras que veían. Actualmente hay 88 constelaciones “formales”… aunque cualquiera de nosotros puede “ver” figuras, desde un triángulo hasta un ornitorrinco fornicando con un elefante sin que esto implique absolutamente nada para nadie.

Los antiguos observaron que en particular 12 de estas constelaciones se ubicaban “detrás” del sol (es decir: entre el sol y nosotros) una vez al año, y usando una gran imaginación comenzaron a armar una especie de “lista de características” que corresponderían a las personas que nacen cuando esa figura en particular está detrás del sol.

Claro, muchas otras figuritas formadas por estrellas se ubican “detrás” del sol, pero las doce figuras que corresponden a los signos lo hacen de una forma mas regular. Hay una famosa constelación llamada “Ofiuco” que es la figura de un individuo con serpientes… bueno, eso es lo que vio alguien en algún momento en ese grupo de puntos, yo solo veo un polígono amorfo. Esta constelación se ubica entre sagitario y Escorpio, y hace unos años se generó una pequeña polémica sobre si se admitiría o no un signo zodiacal Nº 13… no pasó nada, siguen siendo 12 y el tipo con la serpiente sigue estando allí.

A continuación mencionaré los aspectos por los cuales considero a la astrología como una seudo ciencia y en consecuencia concluyo que no debe ser tomada en serio:
- Se inventó hace miles de años y ha evolucionado muy poco (o nada). Si se tratara de un método serio y real, hubiera evolucionado con el paso del tiempo de manera similar a como ha evolucionado la medicina, la ingeniería y la psiquiatría.
- Los cuerpos celestes que forman esas constelaciones están a miles (o millones) de años luz de nosotros… no es necesario asistir a una conferencia de astrofísica para entender que el efecto de gravedad o magnético de esos cuerpos celestes es completamente nulo para nosotros.
- Los cuerpos celestes de esas constelaciones también tienen miles de años luz entre si. No hay evidencias de que formen una “unidad”, la única relación entre ellos es la que les han asignado los humanos.
- No se ha demostrado que un grupo de estrellas a millones de años luz de distancia puedan determinar las tendencias de un individuo en cuanto a su personalidad o los acontecimientos que sucederán en un momento, ni si quiera “tendencias”. Se ha comprobado constantemente que lo que le sucede a un individuo es consecuencia de sus actos algunas veces y otras veces sucede por azar… si, el azar existe.
- No tiene sentido dividir a la humanidad en un grupo de doce tipos de personas. Por más antisocial que sea alguien (como yo, por ejemplo), puede entender que existen mucho más que doce “tipos” de personas.
- No es posible conocer a una persona leyendo la descripción de su signo; ni si quiera es posible hacerse una idea de mas o menos cómo será esa persona. Para conocer a una persona es necesario conversar y observar, nada mas es útil.
- Curiosamente, según la astrología, las características o “tendencias” de la personalidad de un individuo guardan una estrechísima relación con la figurita (si: figurita) de la constelación del signo correspondiente. Por ejemplo: “los libra son equilibrados”: la figurita de libra es una balanza. Esto es un pensamiento infantil y sin ningún fundamento.
- Las “predicciones” o “recomendaciones” que leemos en los horóscopos de los diarios o de Internet, son asuntos completamente subjetivos y ambiguos, que pueden aplicarse a cualquier persona bajo cualquier circunstancia, por ejemplo: “cuide su salud”, “asunto con una casa”, “discusión con hombre de mediana edad”. Estas son cosas con las que cualquiera puede identificarse: todo el mundo debe cuidar su salud, todo el mundo puede tener un “asunto” con una casa o conocer alguien que lo tenga. Y todo el mundo invariablemente conoce a un hombre de mediana edad, si se discute con ese hombre la “predicción” se cumplió, y si no se discute es que se evitó que sucediera. Por azar el horóscopo tiene las de ganar, pero estas no son evidencias.

Te invito a hacer un experimento: busca en Internet una página de astrología o un libro sobre el tema que tengas a la mano. En los sitios de Internet y los libros siempre hay una parte para “describir la personalidad de cada signo”. Busca al azar un signo (que no sea el tuyo) y lee con atención la descripción. Notarás que hay cosas que coinciden con tu forma de ser y otras no. Luego busca tu signo y léelo… de nuevo el mismo resultado: hay aspectos que coinciden y otros no. Es puro azar.

Por su puesto, esto lo justifican con la existencia de “ascendentes” y “descendentes”, e insisten en que la astrología solo determina “tendencias”.
También hay gente que defiende esta creencia y dice que las cartas astrales no fallan… les invito a leer las descripciones de una carta astral. Son aspectos ambiguos y fáciles de aplicar a cualquier persona. Un astrólogo “serio” no se arriesgaría a predecir algo muy específico y objetivo que no dependa del azar; además, en estos casos la gente asume las coincidencias y automáticamente desecha las contradicciones.
Para evitar que este artículo se alargue aún mas, concluyo afirmando que no existen evidencias concretas que prueben que la astrología funciona, todo es empírico, subjetivo y estrechamente ligado al azar.