Auto-canibalismo: el hábito de comerse los dedos.

Comerse las uñas es un acto muy común, muchas personas lo hacen, el nombre de este hábito es “onicofagia”.
La mayoría de los “come uñas” se limitan a arrancar con los dientes el borde libre de las uñas, esto sería equivalente a cortarse las uñas con los dientes. Sin embargo, hay gente que no se limita a “comer” ese borde libre, sino que continúa royendo superficialmente la parte de la uña que está pegada a la piel e incluso la raíz, produciendo desgaste irregular y muchas veces hemorragia. Esta es una forma un poco agresiva de comerse las uñas y no es muy común; pueden presentarse infecciones en los casos graves por la existencia de una herida abierta en esa zona de los dedos que está en contacto con todo, además, en esta zona la cicatrización es lenta, ya que para volver a la normalidad· es necesario que crezca de nuevo la uña, y esto no es permitido por el “come uñas” que no para de roerlas. Cuando la persona suprime el hábito, las uñas suelen presentar deformidades crónicas. En los casos mas leves el problema consiste en que las uñas son muy débiles y no pueden crecer mucho sin partirse.

Muchas de las personas que se comen las uñas también suelen arrancar la piel alrededor de éstas, incluso continúan con ese hábito despues de haber controlado el impulso de comerse las uñas. Otros llegan mas lejos: se arrancan la piel de la yema de los dedos; esta manía en particular no es muy frecuente, y no es lo mismo que comerse las uñas. No encontré un nombre para esto, tal vez no tiene nombre, o tal vez es tan poco común que el nombre no es fácil de encontrar. No tengo claro si todos los “come dedos” son a su vez “come uñas”, pero imagino que es lógico ya que tal vez una cosa lleva a la otra… o tal vez no. Hay muchos “come uñas” a quienes observar, pero los “come dedos” son escasos.
El “come dedos” no es una especie de auto-caníbal sangriento que deja las falanges expuestas, lo que arranca son minúsculos fragmentos de piel, lo que produce el endurecimiento de la yema de los dedos, esta piel dura es mordisqueada o pellizcada ya que no necesariamente se hace con los dientes sino que se pueden usar las uñas; aunque no son heridas profundas, en algunos casos pueden llegar a sangrar. La piel de la yema de los dedos se vuelve cada vez mas dura y presenta lesiones superficiales, esto se llama “queratosis artefacta”.
Lo curioso es que mientras la persona tiene el hábito, las huellas digitales en esa zona dejan de ser visibles, si se realiza una impresión digital se observa una serie de irregularidades pero en ningún caso una huella digital. En los casos que no son tan graves, cuando se suprime el hábito, el tejido se regenera sin mayor dificultad, pero en casos graves pueden quedar cicatrices.

Estos hábitos son generalmente asociados a la ansiedad o al carácter nervioso de las personas; algunos dicen que se trata de cierta dificultad para controlar impulsos. Respecto a esto último tengo mis dudas, ya que existen impulsos de muchos tipos, y no todas las personas impulsivas son “come uñas” o “come dedos”.

Hay gente que dice que dejar de comerse las uñas es más difícil que dejar de fumar… ¿será esto cierto?.